J. Andrés Sanz me pide que le presente su libro de “Aldea Seca un lugar en la Tierra de Alba” y lo hago con mucho gusto, enorme ilusión y agradecimiento por la amistad que me une y por las razones que enumero a continuación, que me conducen a dedicarle unas letras con todo el interés y cariño:
La primera está motivada porque es en el pueblecito de Aldeaseca donde se hunden y se unen las raíces de mi cuna, las de mi familia; donde han vivido mis seres queridos y donde han marcado su historia. Aldeaseca, sus casas, sus calles y sus campos tienen mucho que decir ya que por ella han pasado miembros familiares sabios, héroes y santas, bien anónimas, bien ya señaladas con el signo de la santidad.
La segunda razón, no es ni más ni menos, que la amistad que me une a su autor, J. Andrés Sanz, y que surgió con motivo de los signos sobrenaturales de una hija de este querido pueblo de Aldeaseca de Alba, Pues bien, analizando y hojeando las páginas de este magnífico estudio de Aldeaseca de Alba descubro un libro muy estructurado, cuidada la descripción de sus páginas y completo en su estudio e investigación desde su inicio hasta glosario final, que esquematiza en su organizado índice; todo él marcado por gráficos, estadísticas, mapas, reseñas, fotografías y grabados que nos sitúan en la nutrida historia de este pueblo
Después de su presentación e introducción el autor adentra al lector, a un viaje histórico, geográfico y cultural de todo lo que rodea al marco del pueblo y Municipio de un pueblo sencillo de Salamanca, denominado Aldeaseca de Alba.
Debido a la laboriosa investigación archivística, el lector disfruta leyendo curiosos datos históricos como: los orígenes y toponimia del municipio de Aldeaseca de Alba, los datos estadísticos del censo desde 1594 a 2009, la evolución del Municipio como la llegada de la luz eléctrica, el agua potable, el teléfono y las obras públicas, los hechos históricos ocurridos durante el marco histórico de estos años como: la gripe, la cartilla de racionamiento, estraperlo…debidos a la causas de la Guerra Civil y otros que nos invita a leerlos detenidamente y disfrutar de su lectura
Capítulos muy interesantes y amenos al lector de a pie son las descripciones documentadas del arte que ha heredado Aldeaseca de Alba como: la imaginería, bóveda, retablos, torre de campanas, la Veleta de la Torre de la Iglesia... Merece especial atención la narración de las fiestas, costumbres y tradiciones, como la indumentaria de nuestros abuelos, los juegos tradicionales, la matanza etc.
No menos importante es el capítulo sobre la agricultura y ganadería, donde el autor haciendo un elenco histórico, marca el denso contenido bien trabajado y ordenado, dándonos una visión de la época histórica de Aldeaseca de Alba.
No puedo menos de agradecer, desde esta líneas a J. Andrés Sanz, la delicadeza y el cariño de dedicar un capítulo de su trabajo a la historia de una mujer, nacida en Aldeaseca de Alba en 1907, del matrimonio de Ricardo Gómez y Crescencia Alonso; ella que queriendo estar en el anonimato pasa debido a su extraordinaria vida como persona y como religiosa, a ser considerada Sierva de Dios en el proceso de Beatificación, abierto en la ciudad de Valladolid y en la espera que un día la veamos en los altares.
Desde estas letras quiero agradecer no sólo como sobrina carnal sino como responsable de la Congregación que ella ha fundado de la que soy responsable, el cariño, el recibimiento, el agradecimiento y la emoción, de todo el pueblo de Aldeaseca de Alba, que el día 9 de junio de 2007 se vistió de fiesta, se engalanó y celebró el primer centenario de su nacimiento. El pueblo integrado por gente sencilla y humilde recibió el cariño y la protección de su hija predilecta, la Madre Amadora. No menos impresionante y extraordinario fue el agradecimiento del pueblo descubriendo una gran placa en el lugar donde nació y haciéndola hija predilecta por el Excmo. Ayuntamiento de Aldeaseca. En el interior de sus páginas disfrutamos de su apasionante crónica. Una vez más agradecemos a todos los habitantes Aldeaseca el cariño de la acogida y el respeto a la gran figura de su hija predilecta, Amadora Gómez Alonso y pedimos su intercesión para los habitantes del pueblo en el que ella nació.
Animo a los lectores a bucear en las páginas de este libro la historia de un pueblecito de Salamanca, llamado Aldeaseca de Alba y agradecemos a J. Andrés Sanz el estudio y análisis de todos sus datos para dar a luz la historia, que si no fuera por su trabajo, no sabríamos la riqueza que encierra Aldeaseca.
Gracias, José Andrés.
Francisca Sierra Gómez
Superiora General de la Congregación de
“Celadoras del Reinado del corazón de Jesús”
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